La crisis golpea a Entre Ríos y Rogelio Frigerio empieza a despegarse de Javier Milei
La buena sintonía que venía manteniendo el gobierno entrerriano con la Casa Rosada parece comenzar a resquebrajarse.
Si bien Rogelio Frigerio se ha mantenido al margen los últimos acontecimientos legislativos que suscitaron un aparente cortocircuito entre el PRO y LLA, lo cierto es que el gobernador y sus pares dentro de Juntos por el Cambio empiezan a ver que el respaldo brindado en los primeros ocho meses de gestión libertaria no cumplen con las expectativas esperadas.
Desde el entorno de los legisladores evitaron hablar de una orden expresa de parte del gobernador, aunque tampoco negaron que pudo haber influido en su decisión el malestar que existe en la provincia con el rumbo adoptado por la gestión nacional.
No obstante, el mandatario entrerriano ha intentado, hasta el momento, sortear la dura interna nacional de su partido y la relación con la Casa Rosada. Viaja regularmente a Buenos Aires, gestiona en los despachos de los ministerios, lo hizo en su momento con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; luego con el ministro de Economía, Luis Caputo; y hace pocos días con la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei.
El problema es que los gestos son demasiado de un lado y muy pocos del otro. Entre Ríos tuvo que judicializar los recursos que se le deben a la Caja de Jubilaciones y los fondos pendientes de pago a la Represa de Salto Grande se hicieron a través de bonos, lo cual generó enojos e incluso pedidos de informe en la Legislatura.
En las últimas horas, primeras líneas de la administración provincial comenzaron a alzar la voz con frases que dejan en evidencia que, tal vez, algo se rompió. Una de ella fue Alicia Fregonese, la titular del Consejo General de Educación (CGE). Consultada por el conflicto docente, habló de los reclamos que se le hacen a Nación por fondos retirados y acto seguido fue tajante: “Estamos solos, Nación no nos acompaña”.